DIEGO FERNÁNDEZ MAGDALENO
Premio Nacional de Música. 

Ha escrito Joaquín Díaz que el folklore “es todo ese material cuyo estudio puede devolver la personalidad a un pueblo o a una comunidad”. En esa idea, hemos llamado a este concierto “La voz de la memoria”. Joaquín no indaga en un aspecto para quedarse en su impresión primera, sino para seguir descubriendo los inagotables misterios, las reveladoras contradicciones del ser humano.

Joaquín Díaz es un intérprete y un compositor que inserta su obra en un contexto que la hace inteligible y la dota de su verdadera dimensión. La antropología y la historia se unen a muchas otras disciplinas para vertebrar un trabajo único, que sólo puede venir de un hombre realmente excepcional.

El programa que tuve el honor de interpretar en Guadalajara, con la siempre generosa iniciativa de la Fundación Siglo Futuro, contiene algunas piezas que son un reflejo característico de su trayectoria y abarcan los múltiples enfoques que la hacen tan rica y diversa. Junto a ellas las partituras contemporáneas con elementos reconocibles de la música popular, en constante diálogo. “La muerte de Olinos” es un homenaje a Joaquín compuesto por el vallisoletano Francisco García Álvarez, uno de los nombres más valiosos de la creación musical española.

La humildad es una virtud que se manifiesta de modo inconsciente, ya que el mismo hecho de creerse humilde o desear serlo esconde el rostro de la vanidad. Por eso, Joaquín es tan humilde que no solo no lo sabe, sino que no puede saberlo.

Para mí es un maravilloso regalo contar con su amistad, aprender cada día de este hombre sabio, generoso e irrepetible